No quiero ser planta,
atada las raíces a la tierra,
invisible para los hombres
me rozan, me maltratan,
oigo sonidos, no puedo escapar.
Vibro, tiemblo, nadie lo percibe.
Es verano, mi vestido es verde,
luzco mis perfumadas flores
violentamente las arrancan
un subterráneo dolor, me traspasa.
El viento mece a su antojo mi tallo
la lluvia que me nutre,
a veces me ahoga sin piedad.
No quiero ser planta,
quiero ser una estrella
flotar en el cielo y brillar
que los enamorados me elijan
y el mundo adornar.
Valeria Azul
5 comments:
que poema tan peculiar
me agrado
pudes ser quien tu quieras
muy lindo poema!...saludos....
Pero si estuvieramos sin ataduras, como podriamos encontrar una ruta de regreso a un hogar? o es tan malo estar atado a los sentimiento?
Respuestas diferidas...
Lindo poema. Nuestro nivel de conciencia tan desarrollado por encima de la mayoria de las especies de nuestro planeta (no digo todas porque el instinto de autoconservacion esta ausente en nuestra especie y presente hasta en insectos eso los hace superiores a cavalidad) hace que nos imaginemos con mucha buena intencion sobre lo que podrian decir aquellos que no pueden hablar.
Claro que todo es un supuesto pero ha quedado my bien. Y sobre la planta, bueno, la vida siempre se abre camino.
Saludos
Pepao
Lacra:
Gracias por leerme
Ale:
Gracias por la visita
Taka:
Creo que el hogar es donde se encuentra el corazon, y dariamos con el con o sin las ataduras
Pao:
Asi es siempre habra un camino por recorrer
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