Gracias Señor
por que me diste un año en que abriera a la luz
mis ojos ciegos.
Gracias, por que la paz de tus ruegos
redujo mis pasos andariegos
a la dulce quietud de tu rebaño.
Gracias, por la espina y por la flor
por la risa y por el daño
por que tu otoño maduro mi espiga
que el invierno guarece y atempera.
Y por que entre tus dones me bendiga,
comprendio de tu amor
le verdadera felicidad de una sonrisa amiga.
Autor conocido
No comments:
Post a Comment