Cumpleaños

Hoy es tu cumpleaños, pequeña. Pero en lugar de llamarte o mandarte un mensaje al celular estoy delante de una computadora a la espera de una frase original. Una de esas que diferencien la mía de otras tantas felicitaciones, una que te haga sonreír y acordarte el año que viene. Hace poco, en otro cumple, me di cuenta de que estaba cansado de mandar siempre las mismas felicitaciones y me dije a mí mismo ¿Por qué no este año? ¿Por qué no cambiar un poco?

Me gustaría escribirte algo profundo o algo salvaje, que espero que este año tampoco cambies, que vamos a estar de celebración hasta tu próximo cumple o que este año acabamos con la pobreza mundial, ¿Qué tal te suena?

Puedo ponerme melodramático y decirte que me fastidia que haya llegado este día porque me quedan menos años que vivir contigo; ponerme tierno y decirte que prefiero una hora contigo que una vida sin ti, o ponerme adulador y decirte que ya quisiera britney ese cuerpo tuyo.

Puedo insinuarte que si no estuvieras ni siquiera subiría a las fiestas del pueblo, puedo confesarte que escucho ahora mismo a Filio como aquel concierto, o también mentirte en tu cumple diciendo que me da igual si no te acuerdas del mío.

Da igual, sea como vaya a ser, piense lo que piense, amiga, seguramente no consiga encontrar el celular en mi habitación.